Personaliza tus copas de vino para tu próxima cena

Elegir el diseño adecuado lleva tiempo, así que no dejes que se te escape. Imprime un diseño que te guste y fíjalo en el interior de la copa. Así la plantilla se mantendrá en su lugar mientras trazas el diseño en tu copa de vino.

Para asegurarte de que el grabado es correcto a la primera, traza el diseño en el cristal con un marcador borrable. Esto te servirá de guía para que el grabado sea aún más fácil. Sugerencia: Si colocas un trozo de toalla de papel dentro de la copa podrás ver las marcas mientras haces el grabado.

No dejes que se te escape, así que asegúralo con una abrazadera. Fija la copa de vino a la superficie sobre la que estás trabajando para asegurarte de que no se deslice y de que el grabado sea lo más preciso posible. Trabaja de forma inteligente y segura: Antes de hacer el grabado, asegúrate de que la copa de vino esté limpia y seca. Utiliza gafas y un cubrebocas antipolvo para protegerte de los pequeños fragmentos de vidrio que podrían saltar a tu cara.

Ahora estás listo para empezar a grabar tus copas de vino. La primera vez, tómatelo con calma y evita aplicar demasiada presión. Deja que la herramienta haga el trabajo por ti. Basta con deslizar el Stylo+ por el cristal como si estuvieras escribiendo con un bolígrafo. Comienza por grabar el contorno del diseño. Después, rellena tu contorno con sombreado adicional para que tu diseño cobre vida. Un consejo útil: Cuando grabes la copa, siempre mírala de frente. Si la miras en ángulo tus líneas tienen más posibilidades de quedar sesgadas.

Una vez que termines de grabar, asegúrate de aspirar tu espacio de trabajo y de lavar las copas de vino para eliminar cualquier partícula de vidrio restante.

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